¿Cuento autobigráfico?
Deja de llorar y camina; repetían a mi alrededor, mientrás la parte derecha de mi cuerpo estaba paralizada. En aquel instante me puse una coraza, me tragué las últimas lágrimas y adelanté el pie derecho, el hormigueo del pie cesó dando paso a un dolor enquistado en el alma y el corazón, pude caminar pero no he podido volver a sentir nada.
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