El camino de la estrella (23/09/2004 reescrito el 21/11/2001)
¡Uy, uy! Esto va muy deprisa ¡ayyy! ¿qué está pasando? Que alguien me pare que yo no puedo, me caigo ¡noooooooooo! No quiero desaparecer.
¡Ploff! Crash, pataplas... allí mismo cayó una estrella, que de pronto se puso a llorar desconsolada, sin brillo ni apenas luz.
- ¿Te importaría dejar de aplastar mis pétalos?
- ¿quién eres? - preguntó la estrella.
- Soy un amapola, no ve me ves, soy una de las flores que crecen en el campo. ¿Y tu quién eres?
- Soy una estrella.
- Siempre he creído que las estrellas eran enormes y brillantes y que si caíais a la tierra la aplastaríais, pero tu eres insignificante... casi no tienes brillo y eres muy pequeña.
- No sé que ha pasado, yo era enorme y muy brillante, tenía un papel muy importante, era la segunda en aparecer en el cielo, dando entrada a las noches y acompañando a la Luna y ahora estoy aquí abajo sin brillo, sólo recuerdo que empecé a caer, cada vez más deprisa y me siento muy triste.
- Bueno, ya que se ha caído uno de mis pétalos, te lo regalo, quédate conmigo esta noche e intenta dormir
- Vale, no tengo otra cosa que hacer y empiezo a estar cada vez más cansada. Buenas noches – dijo la estrella, acurrucándose junto a la amapola y cubriendo su débil brillo con aquel pétalo.
Dicen que los pétalos de amapola ayudan a conciliar el sueño y sirven para la adivinación, mientras la estrella dormía, soñó que una estrella fugaz pasaba muy cerca suyo con gran brillo y velocidad, ella intentó seguirla pero no pudo alcanzarla, pues era muy rápida, y la segunda estrella del cielo, empezó a entristecerse y a caer, deprisa, cada vez más pequeña y menos brillante.
Por la mañana, cuando la amapola se despertó se encontró a la estrella llorando y muy apenada.
Al llegar a lo alto de la montaña, emocionada descubrió al gran roble, un árbol anciano pero de gran sabiduría y sentada a sus pies, le contó su historia y le dijo que deseaba volver al cielo, pero no sabía como, ahora ya no servía para nada, porque no tenía brillo.
La estrella miró al anciano roble, luego miró al cielo y vio a la Luna inmensa y redonda en lo alto del cielo, alumbrando un camino.
Quiero dedicar este cuento a Lua Seomun, también conocida como Luna de Queso, una hadita que he descubierto hace un tiempo y con la que comparto, amistad virtual, por el momento, ya que sería un placer conocerla en persona y poder darle un abracito, es una chica muy especial, con la que me une la Luna , aficiones como crear artesanía o escribir cuentos y a la que os invito a visitar en su blog de cuentos http://luaseomun.blogspot.com/ también podeis visitar su mundo de creaciones mágicas http://lunadequesohandmade.blogspot.com/ cada uno de sus blogs es especial y tiene brillo propio, son lugares para soñar y dejarse acunar por la luna y por sus palabras, gracias por existir y llenar el mundo de magia.
Por la mañana, cuando la amapola se despertó se encontró a la estrella llorando y muy apenada.
- ¿Puedes contarme que te pasa?
- Estaba soñando – dijo la estrella entre lágrimas – cerca de mí, paso una estrella, era preciosa y yo quería ser como ella, era muy veloz y brillante.
- Ya entiendo, viste una estrella fugaz, pero no deberías envidiarla.
- Yo nunca he corrido tan veloz, siempre estoy en el mismo sitio.
- Pero me has dicho que eras inmensa e importante.
- Si, pero mírame ahora, ya no soy nada, no sirvo para nada y estoy aquí sola y perdida.
- Yo creo que te caíste en el momento en que dejaste de creer en ti misma, tendrás que buscar lo que te ayude a volver. No puedes quedarte aquí sin hacer nada, triste y lamentándote. Llévate el pétalo, te ayudará a dormir cuando lo necesites y así no estarás nunca sola, tendrás un trocito de mí.
Al llegar a lo alto de la montaña, emocionada descubrió al gran roble, un árbol anciano pero de gran sabiduría y sentada a sus pies, le contó su historia y le dijo que deseaba volver al cielo, pero no sabía como, ahora ya no servía para nada, porque no tenía brillo.
- Escucha pequeña – dijo el anciano roble – cada ser es importante por algo, todos existimos en este planeta para ser especiales, sólo tienes que ser tu misma. Déjame que te enseñe algo, observa lo que ocurre esta noche en casa de la familia Pérez. Sólo tienes que mirar al cielo, aquella nube nos mostrará lo que pasa allí.
La estrella miró al anciano roble, luego miró al cielo y vio a la Luna inmensa y redonda en lo alto del cielo, alumbrando un camino.
- Ya lo entiendo – dijo la estrella- soy importante para alguien en alguna parte del mundo, pero si no confio en mi misma pierdo mi brillo y desaparezco. Muchas gracias, necesitaba recordar que yo tengo mi propio brillo y no necesito ser veloz.
- ¡Ay, ay! Esto va muy deprisa ¡uy!
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Hola mi querida Hada Lunática, solo alguien tan especial como tu, es capaz de captar tanta belleza, sencillez y verdad, en un cuento tan precioso...
ResponderEliminarMe he emocionado muchísimo al leerlo, por que yo en ocasiones también me siento así... como la estrellita, a veces dejo de creer en mí y entonces las cosas que tanto me gustan no me salen... y me pongo triste... y de repente llega una persona muy especial... alguien como tú que recuerda a los demás que todos somos especiales y que no hay que dejar de creer en uno mismo...
Gracias por hacer mención a mis dos mundos, por nombrar mi trabajo y por compartir el tuyo conmigo, te admiro muchísimo y solo espero poder llegar a ser algún día una cuenta cuentos tan mágica como tu.
Un fuerte abrazo mi Hadita! :)
hola Lunita querida, gracias, eres una persona especial y sensible, de esas personas que todo el mundo debería conocer y tener en su vida. Esta es mi propia historia y la de muchas personas, a veces dejamos de creer en nosotras mismas ... pero no olvides que es anciano roble también somos nosotras y no debemos olvidar nunca nuestra esencia. Valoro mucho todo lo que haces y es un lujo haberte conocido. un abrazo linda
ResponderEliminarCrissssssssssss. Un cuento lleno de mensajes para todas las que de vez en cuando bajamos la guardia, tal vez por un exceso de sensibilidad.
ResponderEliminarFelicidades amiga.
Si es que eres todo ternuraaaaaaaaaaaaaa.............. ay que quererte a porronesssssssssssssss............ una historia así solo la puede contar un corazón tierno.
ResponderEliminarUn besito cariño y no cambies.
Que bonito el cuento! Me has sorprendido mucho, no sabía que tuvieras este don para escribir. Enhorabuena y un beso!
ResponderEliminarP.D. Voy a visitar el blog que recomiendas! :)
Qué sencillo y qué bonito! Esto lo deberíamos tener claro todas, a ver si brillamos con más fuerza! :D
ResponderEliminarQué puedo decir... precioso y perfecto para reflexionar. Sin duda yo también me siento así a veces, y tengo que luchar contra mis propios sentimientos e incluso buscar a mi roble interior para animarme y volver a levantar cabeza. Otras veces encuentro gente maravillosa que me recuerda que yo también soy especial y tengo algo que aportar; por ello sigo adelante con lo que me gusta hacer, aunque en ocasiones sienta la necesidad de dejarlo todo y rendirme.
ResponderEliminarGracias por recordarme hoy que yo también soy especial y que brillo con luz propia.
Tus cuentos son como el viejo y sabio roble que tiene todas las respuestas.
¡¡Un beso enorme creadora de sueños y MIL GRACIAS!!
hola te he conocido a travae de blogeras y me a encantado lastima que no se me den bien las palabras,como a ti :))
ResponderEliminarpreciosa historia me encanta jeje
ResponderEliminarpor la noche uno esta muy tranquilo
Hola, esta mañana escribí un mensaje y justo iba a publicar, me quedé sin internet... no creo que saliera..
ResponderEliminarme encantó tu historia , veo que compartimos afición y habilidad por la escritura.. aunque yo me inclino mas por la poesia...me alegro ver que sentimos más de una esa sensaciones de caer.. sin caer.. y de volver a retomar el vuelo... me alegro de ser parte de tu vida... destellós de estrella..*
Sabias palabras las del anciano roble! Es un cuento precioso con muchas verdades! Felicidades!
ResponderEliminarUn abrazo:)
Eres una artistaza, lo sabiassssss ???
ResponderEliminarsimplemente precioso!!
ResponderEliminarAcabo de leerle tu cuento a mi nieto, aunque creo que no ha entendido el significado, su carita se ha iluminado como la estrella y me decía que la estrella buscara un cohete, le ha gustado mucho, eres magnifica sigue escribiendo con ese sentimiento, me he vuelto a emocionar y prometo no dejar de creer en mi, para iluminar al que este a mi lado. GRACIAS.
ResponderEliminarmuchas veces necesitamos recordar por que existimos y que somos seres unicos e irrepetible con brillo propio no debemos dejar que los problemas lo oculte o lo apage,muy lindo
ResponderEliminargracias
http://pasafalo.blogspot.com
Es precioso Cris! siempre nos haces recordar la fuerza que tenemos en nuestros corazones, y gracias a ello volvemos a brotar.
ResponderEliminarMe ha encantado. Muchos besitos!
Hola Cris!
ResponderEliminarQue bonito cuento! que acertada has estado en dedicárselo a Lua.Es una hadita muy especial.
Pero más que especial; diría que afortunada de tener una amiga cómo tu.El que tiene un amigo tiene un tesoro.
Y, yo tambien soy doblemente afortunada por teneros a las dos.
Besos
PD:aunque no te deje comentarios,siempre que puedo echo un vistacito a tu blog.
me ha encantado..
ResponderEliminarun besote
m@ite
PRECIOSO ,casi no lo podia leer como soy de lagrima facil aqui estoy a moquillo colgando ja,ja .Que verdad es este cuento .Te felicito cris .un beso.
ResponderEliminarHola guapa , muy bonito tu cuento , es precioso y muy tierno , tanto como tu que eres mi , pequeño angelito de la guarda , gracias por compartir un beso de Lm.
ResponderEliminarNo has pensado en escribir un cuento y publicarlo?? Yo te animo a que lo hagas, la verdad es que es precioso y me encantaría que cuentos como éstos fuesen publicados para deleitar tanto a los niños como a los más mayores leyéndolos, ^^
ResponderEliminarun beso!
que preciosa historia CRis, he de decirte que estoy en el trabajo y en un rato de tranquilidad me he puestoa leer y... se me ha olvidado que estaba aqui!!!!!!!! cuando he acabado ha sido como cuando despiertan a alguien de una hipnosis! es un relato precioso... me ha fascinado el trocito en que se encuentra con la pequeña luciérnaga .... me ha hecho recordar algo que leí hace poco, que decía que para los hombres un gorrión es un ser pequeño y dulce pero ¿cómo de aterrador lo ve un gusano? asi que nada es pequeño ni grande, todo tiene su importancia en este mundo, incluso , pienso yo cuando tenemos esos días en que nuestra luz se apaga ... me encanta ver que está dedicado a Lua, que razón tienes, es mágica... a mí también me ha hecho ver la vida de otra manera ^:^ un abrazo enorme Cris, muchas gracias por el Cuento. mmmmmmmuaaaaaaaa
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